El guayabo.

"Te llevo en cada gota de mi sangre y en el paso de mi andar. No necesito arrinconarte, ni antes de dormir besarte" _______________________________ Jamás hubo, hablando en términos estrictamente contundentes, un acontecimiento en mi vida que me haya creer en fantasmas. Sin embargo; creo que siendo niños podemos tener una relación muy cercana con fuerzas paranormales, o de otro mundo u otra dimensión si así quieren llamarlo. Por ejemplo la magia, y aunque hoy día no pueda decir que creo en la magia, he de aceptar que alguna vez creí en ella, o más que creer en ella, yo la sentía a diario, eso fue durante las dos vacaciones de verano que pase en la casa de mi tía Katia, el lugar más mágico sobre la faz de la tierra, o al menos el único lugar donde yo pude contemplar magia. Las primeras vacaciones la tuve a la edad de diez años, la segunda vez fueron diez años después. Sólo el recordar como el agua siempre estaba agitada, ya sea que estuviera en un vaso de agua,...