Primeras personas, terceras personas.

Alegrías, dolores, viajes, amores. La experiencia de vida hace al ser humano, y si el ser humano tiene el designio místico de ser artista, esta experiencia de vida, ya sea de manera consciente o inconsciente, directa o indirectamente, influirá, marcará y dictaminará su obra artística. Se podría pensar que, sobre todo aquellas cosas que experimentamos de manera subjetiva o en primera persona; pueden ser las que nos influyan e inspiren más. Pero yo considero que vivir y experimentar cosas en tercera persona, desde el distanciamiento objetivo, también puede ser un detonante importante a la hora de crear. Puede ser igual de inspirador y catártico el recuerdo de tu primer beso, como primera vez que viste como era besada por alguien más la chica que te gustaba en la secundaria. Así como no es igual lo que experimentas en tu soñado viaje a Chile, que lo que experimentaste al ver el cine de Bize o de Wood, al leer a Bolaño, o al escuchar a Los Tres. Son experiencias distintas, no compiten, no ...