"Belmont" de Lázaro Cristóbal Comala: el padre, el hijo; y Daniel.




Quizá la forma más honesta de empezar a escribir este texto es diciendo que lastimosamente no tengo mucho de conocer la música de Lázaro. Lo descubrí hace poco más de 2 años, gracias a mi amigo José Luis Cano, cuando estaba preparando un personaje para una película independiente que hice en Baja California Sur (y que muy pronto por fin la podremos estrenar), y fue desde ese momento que descubrí en toda sus canciones hasta ese momento una tristeza que vivía dentro de mi desde que tengo memoria, y que no había conocido o comprendido del todo, o a la cual no había sabido como nombrar.

Para muchos artistas (me podría incluir dentro de ellos) se trabaja mejor desde el sufrimiento, o mejor dicho, desde un sufrimiento primario. Luego, se empieza a crear a partir de este, sin la necesidad de ser un masoquista o un creador de método, aunque también muchos llegamos a serlo de acuerdo a lo que queremos o nos pide la obra, que en realidad esas cosas ni siquiera se puede planear, la inspiración llega a veces trabajando, a veces en el desmadre. Pero cuando llega cierta etapa de madurez o estabilidad, o como diría Sabina, llega una edad en la que uno ya no puede tener tantos excesos en la vida, es más fácil crear y seguir una línea autoral si se crea desde ese dolor primario, y así crear desde un sufrimiento que nos da una felicidad que muy pocos llegan a comprender, ya sea por recuerdo o nostalgia. Con esto trato de decir que, aunque parezca, no siempre nos estamos confesando con lo que escribimos, pero como diría Mark Twain: la historia no se repite, pero rima. Eso es lo que me hace pensar en primera instancia el nuevo disco de Lázaro Cristóbal Comala: "Belmont", claramente referenciando a la cantina más famosa de Durango, y la favorita de él, y la favorita de su servidor.

En el universo imaginario que Lázaro (o Daniel, como lo quieran llamar) ha creado desde su disco homónimo (banda sonora de algunos cortometrajes y de la juventud de algunos duranguenses), hay símbolos y lugares que son frecuentes en su obra, además de del sufrimiento primario que va muy pegado con el estado de la depresión, el gallo, Durango, abril, incendios, el papá, dios, el alcohol, el naufragio, la religión, remar, suicidio son sólo algunos; que juegan entre los campos de la metáfora y el humor negro, pero en este último disco (en el cual nos regala 19 obras maestras) ya no se tocan tanto, o no de la misma manera, o quizá sea sólo el hecho de que uno está más presente que todos estos y que antes no lo estaba tanto: la figura de el hijo.

El disco está cantado casi en su totalidad para esta figura, y es un disco esperanzador en este aspecto, no sólo como una especie de epitafio o testamento para su hijo, sino también para quienes los escuchamos, pues si bien las canciones de Lázaro nos hacen sentir bien con nuestra tristeza, con nuestra soledad, con nuestra depresión y nostalgia; este disco de alguna manera libera esa sensación y da a entender que aunque uno es feliz desde esta trinchera, no quisiera que alguien más la viviera. Hay una frase que a mí me parece representa a la perfección a todo el disco, esta frase es "Esta tristeza está enferma de felicidad".

Hay un elemento, o mejor dicho, una figura en este disco de Lázaro que no había estado presente antes, y me parece va muy encaminado a la infancia de Lázaro, este elemento es Roberto Carlos, que al menos en este disco llega a ser tan vital su influencia como lo fue en discos pasados la influencia de Dylan y Cash. También es innegable darse cuenta de la exquisita influencia literaria a la que rinde tributo Lázaro: Roberto Bolaño, Cioran y Reinaldo Arenas, son algunas figuras que uno ama poder escuchar y ser citadas en este estupendo disco, con el cual a mi parecer Lázaro se confirma no sólo como un músico honesto, que de esos aún nos quedan algunos, sino como el único poeta músico, hijo del blues y el country folk, que tenemos en México; y para nuestra fortuna, y no sé si él también lo considere así, es de Durango.

Mis canciones favoritas del disco:






Acá pueden escuchar el álbum completo:


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