A Letter.... (La importancia de las cartas)
Nunca he sabido si lo realmente importante de una carta es que la lean o simplemente escribirla. Por eso aunque sepa que ésta nunca llegará y jamás tendrá respuesta, la voy a escribir igual.
No hay día que no piense en qué te diría si aún estuvieras aquí. No hay día que no piense en cómo sería abrazarte otra vez. No hay día que no piense en lo bonito que fue conocerte. No hay día que no me pregunte por qué te empeñaste en largarte tan joven. Tú siempre con tantas prisas.
Hace poco fue 16 de diciembre. El día de mierda en el que te fuiste. El día de mierda en el que se fue un poco de todos. Igual por eso ya no me gusta tanto la navidad. Igual por eso cada vez soporto menos los días de mierda.
Por aquí todo bien. Sé que ya lo sabes. ¿Crees que no te noto? Te siento aquí a mi lado siempre. Acompañando, viendo a veces como caigo y dándome un empujoncito para que me vuelva a levantar. Siempre he pensado que estar vivo no es lo mismo que vivir y, desde que te fuiste, también sé que estar muerto no es en absoluto morir. Que no eres nada solo por estar y que hay quien, sin estar, sigue siéndolo todo.
La última lección que nos diste fue que acabamos siendo niños. Que al final necesitamos a gente que nos quiera de verdad a nuestro lado. Y que dedicar la vida a los demás hace que los demás estén allí cuando tú estás perdiendo la tuya. Me has enseñado que el éxito se mide en las veces que te echan de menos cuando ya no estás. Y ni te imaginas el éxito que tienes por aquí…
No creo que te guste mucho en lo que se ha convertido ahora el mundo. A ti que te gustaba sentarte tranquilo a observar. Tú que eras feliz viendo la vida pasar en la puerta de la casa que nos acogía a todos. Tú que solo sonreías cuando veías al resto sonreír. Igual en el fondo te entiendo un poco abuelo, igual por eso te fuiste. Porque las veías venir y porque sabías que aunque te fueras, te quedarías aquí para siempre.
Autor: Enric Sánchez
Quise compartirles esta entrada que hace algunos días leí porque me gustó mucho, y me hizo pensar; que le habría dicho yo a alguno de mis abuelos si los hubiera conocido. No tuve la oportunidad de conocer a ninguno; ni a mi abuelo paterno ni a mi abuelo materno; pero mi madre me ha hablado tanto de él y de el gran ser humano que era que de haberlo conocido, o haberme tenido que despedir de él, sin duda hubiera escrito o me hubiera gustado escribirle algo así. Siempre he creído que el escribir es el acto de amor más puro y más sincero que hay, y que es la forma más fiel de transmitir sentimientos y de conocer a las personas a través de los años, como en su letra y su palabra escrita se mueve el pulso que la escribe y delata mentiras, o emociones incontenidas (como alguna vez ya escribí por ahí)
Espero les guste. Este es mi reporte. Regresamos al estudio.
Comentarios
Publicar un comentario