La adultez.

-De modo que es esto.

-¿Qué cosa?

-La adultez.

-A qué te refieres con "es esto".

-Si, ya sabes, trabajar hasta tarde, estar cansado, dormir poco, y querer dormir mucho. Que las desveladas te dejen devastado. Vamos, que no sea como cuando uno tiene 18 o 22 que podías desvelarte días completos ya fuera por el estudio o la fiesta, y seguir con energía y tan fresco como siempre. A eso me refiero.

-Pues si, eso es la adultez.

-¡Demonios! Esperaba que tú me dieras algo de esperanza, y que me dijeras que las cosas se pondrán mejor. Digo, tú que eres por una parte más optimista que cualquiera, y por otra, mucho mayor que yo.

-Algo mayor. Son sólo cinco años los que nos separan.

-Cuatro en realidad, pero entiendo a lo que te refieres.

-La verdad es que si podría añadir algo, pero no sé si sea algo bueno al final de cuentas.

-Bien. Te escucho.

-Es algo que muy pocos te dicen, de hecho nadie lo hace, quizá porque se dan por vencidos antes de tiempo. Pero no todos, hay algunos que aguantan un poco más hasta el final.

-Bien, dime.

-La verdad es que las cosas se ponen peor.

-¿Qué?

-Si, pero deja que te lo explique mejor. La verdad es que en los años que vendrán, y que es algo que ya empezaste a experimentar, sino no nos hubiéramos conocido; es que además del trabajo que se vuelve más pesado, y más lleno de responsabilidades, y las cuestiones familiares, y de pareja, si es que la tienes, y las facturas a pagar y todas las cosas que nos azotan con la realidad que nos perseguirá hasta la muerte, empiezan a venir proyectos y personas que te hacen salir un poco de tu zona de confort y te invitan y te hacen partícipe de cosas que haces con amor. Si eres afortunada, como creo es tu caso, y trabajas en algo que te gusta, estos proyectos se vuelven un soporte, y las personas que conoces en estos se convierten en piezas significativas del rompecabezas que es la vida de todos, y al final de la semana terminas fundido de tanto trabajo, pero con una sonrisa de oreja a oreja sabiendo que te cansas haciendo cosas que te nacen del alma, que eres parte de algo. Si quedará o no para la posteridad; ya es algo que no tiene relevancia a esas alturas del partido. De modo que si, esto es la adultez, pero es bueno descubrirlo y pasarlo con personas como tú.