Carta para la mujer que ya no quiso contestar mis Whatsapps.
Día "X":
¿Cuántas veces nos despedimos? Una, seis; quizá no las suficientes porque aquí estoy escribiéndote otra vez para contarte cosas que jamás leerás, cosas que no creerías que te seguiría contando, y de las que jamás te enterarás, pero que no quiero cargar en la conciencia lo que te tengo que decir, aunque tú quizá ni te enteres.
Lamento el hecho de que jamás me hayas contestado aquel último mensaje en el que te decía lo mucho que te quiero, y que me informaras si habías decidido irte o no con aquel hombre, saber si habías decidido dejar todo, y al fin separarte por completo de mi.
Hoy tengo la necesidad de escribirte porque no hace mucho tiempo una persona me dijo que hay veces que para superar las cosas que no podemos escribir, debemos intentar escribir sobre otras cosas, así que para no escribirte sobre lo que tú ya sabes, te escribo para contarte lo que nunca quise que me volviera a pasar y que justo me está pasando ahora, y si te lo cuento es porque prometí que serías la primera en saberlo. Así pues, debes de saber antes que nadie, que creo que me estoy enamorando de alguien. Aunque me encantaría decirte como es, porque sólo con imaginarla mientras escribo sobre ella y siento que la estoy mirando absorta en sus pensamientos, se me llena de vida el corazón, pero contarte más de lo que debo, no creo que sea el momento para hacerlo.
Esa persona también me dijo que, cuando muchas veces no sabemos diferenciar las distintas clases de amor, a veces, necesitamos tanto de amor, que creemos que todas las clases de amor son amor pasional, y creo que eso es lo que me pasó contigo, pero ahora ya lo sé diferenciar, no como cuando nos conocimos. Confirmo, que se puede amar a muchas personas, de distintas maneras.
Si te cuento esto, es porque siento vida al volver a sentir algo por alguien, aun sabiendo que no es amor carnal, sino un amor basado en la admiración, esa admiración que dicen que conduce a los amores verdaderos, un amor de esos que da paz, incluso en la distancia, en el pensamiento, en el silencio; esa paz que me transmite cada vez que sueño con ella, como anoche, que soñé que ella me abrazaba y se acurrucaba en mi pecho, aunque yo sea consciente que es un amor que no puede ser, como el que quizá tú ahora tienes sólo por el deseo de no estar sola.
Ya he logrado todo lo que quería lograr en mi regreso a la ciudad, excepto una cosa, pero creo que tengo el tiempo suficiente para hacerlo, habitando un lugar que se supone ya no es mío. Te envío todo mi amor, y espero que estés siendo feliz.
Comentarios
Publicar un comentario