Sueño de [rock and roll de] una noche de verano.
Estaba sentado....
O no, ahora que recuerdo bien, estaba acostado, si, estaba acostado. No recuerdo sobre qué, pero estaba acostado. Yo escuchaba a todos hablar sobre cómo montar el set mientras yo fingía estar dormido, pero quien le va a creer a alguien que está dormido si no deja de cantar. No recuerdo qué canción cantaba, era algo de Leiva, eso si lo recuerdo; pero no recuerdo que canción era. También recuerdo de manera muy lúcida que estaba escuchando la canción mientras cantaba, pero eso era imposible, estábamos vistiendo el set y montando luces, así que no había modo de que estuviéramos escuchando música, quizá si me había dormitado por unos segundos...
Segundos después me levanté y ayudé a acomodar un espejo en el sitio que el director me había indicado, me habían asignado para el rol de director de arte, así que hacer este tipo de cosas eran parte de mi trabajo, estar en el set cuando lo estaban preparando. Además, me gustaba estar con el equipo la mayor cantidad de tiempo posible, me hacía no pensar en situaciones pesadas. Él, el productor y la gente de tramoya estaban montando en el techo una sombra que necesitaban para ambientar la escena, la guionista los miraba, me miraba; yo también los miraba, la miraba. De repente me entraron unas terribles ganas de fumar, últimamente hay momentos en que me entran unas terribles ganas de fumar, y bloquean mi pensamiento de cualquier cosa que esté pensando en ese momento y no vuelven a mi cabeza hasta que fumo, así que salí a fumar, porque simplemente no quería no dejar de pensar en lo que estaba pensando justo en ese momento, aunque también me venían las ganas de fumar cada vez que la miraba a ella, me gustaba que ella fumara conmigo, por muy egoista que esto suene.
Salí y justo en el momento en que estaba a punto de prender el cigarrillo, ella salió por la puerta y se paró frente a mi, yo le ofrecí un cigarrillo y ella dijo que no con la cabeza, sin hablar, me miraba de una manera muy extraña, entonces me dijo que si podía abrazarla para ir viendo cual era la forma en que se vería mejor en cámara, yo por supuesto accedí, y en el acto ella se acercó y nos abrazamos, yo pasé mis brazos en diagonal, es decir, mi brazo izquierda por abajo de su brazo derecho, y mi brazo derecho, por encima de su brazo izquierdo, entonces ella me dijo que quizá sería mejor si ella me abrazaba por encima de sus hombros y yo la abrazaba por la parte baja de la espalda, entonces hice lo que ella me pidió, y dijo que esa era la postura.
Nos quedamos unos cuantos segundos abrazados y ella me dijo que qué pensaría si añadía a la historia el hecho de que sus familias se odiaban, como en Romeo y Julieta, entonces yo le dije que para mí tenía, además de mucho sentido y congruencia, un halo de una historia revolucionaría, pues le dabamos una dimención más allá del romance y el drama, le dabamos un sentido de la insubordinación de dos jóvenes que desobedecen a la ley universal de la familia y dios, sólo para vivir un amor que saben efímero, pero real; y justo en el momento en que yo hablaba, empezaba a bailar con ella. Sentía, no sé como pero sentía, cómo su miraba se clavaba en mi cuello, extrañada de que yo empezara a bailar, pero en ningún momento se opuso al hecho de que lo hiciera, sólo segundos después, en el momento que ella creyó oportuno me dijo que por qué había empezado a bailar, entonces le dije que si no había contemplado en algún momento de la creación de la historia, que en vez de que su encuentro final hubiera sólo un abrazo, los hiciera bailar, entonces me dijo que no, que no se le había ocurrido, pero que le parecía estupenda la idea; así que ella se soltó aún más y me dijo que bailara como si yo fuera el protagonista y ella fuera la protagonista. Bailábamos muy bien juntos, sólo en los momentos en que la soltaba para darle una vuelta, nos volvíamos torpes, pero lo disfrutábamos, nos reíamos y nos volvíamos a encontrar para bailar abrazados. En determinado momento, pasaron dos cosas muy extrañas que no puedo olvidar, la primera, el resto del crew salió de la casa y bajó de la azotea y empezaron a bailar también en parejas: hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres; todos bailaban y lo estaban disfrutando. Y la segunda cosa, es que ella en algún punto que yo no me di cuenta, quizá por estar viendo a los demás, o quizá desde un principio así había estado, ella subió sus pies descalzos a mis pies y así bailamos, la verdad es que sentía un peso que no pesaba, sentía su respiración que murmuraba, sentía latir su corazón como se siente el pulso de los labios al besar, el chocar de los dientes cuando a quien se besa lo hace como una necesidad vital. Justo en el momento en que todo parecía más real de lo que podía ser, fue que desperté.
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